Επισκέπτης Χρήστης
2 Ιούνιος 2024
Lo primero que impacta del lugar es la tranquilidad. El hotel es bueno, ni siquiera la cercanía al flujo de la transitada calle Grecia te desconcentra. No obstante, lo principal es su restorán, un lugar privilegiado para comer bien. Aquí, con demasía, eso se logra. En una ciudad de amplia y dispar propuesta gastronómica este restauran es un oasis, literalmente. Evoca esa cocina que, a “la buena mano”, suma la experiencia de un chef de trayectoria y cultura de sabores que posibilita lograr platos notables con base en pescados y carnes que te dejan satisfecho y feliz. Sin duda, este nivel es resultado de una mixtura de productos locales, recetas vernáculas y nórdicas -experiencia del chef- que configuran un juego de sabores en que lo multicultural es la base de una propuesta culinaria sólida y muy diferente. El resultado es un comensal, agradecido de este nivel en la propuesta gastronómica. En síntesis, excelente. Sin aspavientos. Un buen lugar para hablar, disfrutar de los sabores de la costa y la pampa. Parece publicidad, pero, los gustos y las opiniones deben ser honestos. Como esta cocina.
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