Voramar Cambrils

La ubicación del hotel y la habitación excelente. Buffet mejorable. El espectáculo de Manu León excepcional y como Rasa María Lobo encantadores. El personal del hotel atento destacando a Alex, Lorenzo y Juan.

Trato súper bueno!!!!! Las vistas, la comida, el ambiente…Y estos dos camareros(Manolo y pascual) increíblemente bien y simpáticos !el bocadillo tartesso muy bueno! Súper recomendable repetiremos seguro porque nos ha encantado todo *****

11 años viniendo cada verano, aqui hay mucha gente que se queja por tonterias Tienes la playa a 1 minuto andando, desde las habitaciones ver el mar La piscina esta muy bien, el restaurante tienes bastante variedad de comidas, que van reponiendo constantemente. Colas segun que hora vas tendras 3-4 minutos de espera. La tranquilidad que te da estar tranquilo en las hamacas o en la cafeteria y poder controlar a los niños no tiene precio. Es un hotel familiar, donde los niños hacen amistad muy rapido con otros niños. Cambrils a 30 min andando, Salou 40 min andando, el bus pasa a la puerta del hotel, todo bien comunicado. Habitaciones amplias, a partir de las 23:00 ya no se oye nada, pura tranquilidad Como puntos negativos: El agua del restaurante vale 2,5€ medio litro, una burrada, no hay dispensador para jabon y el wifi no es gratis Por todo lo demas, super recomendadisimo

Nous venons de rentrer d’1 semaine en demi-pension, avec repas du soir, en famille. Les chambres sont propres et climatisées, les balcons sont grands, l’emplacement de l’hôtel est proche de la mer mais excentré, le personnel est relativement aimable. Voilà pour les points positifs. Place aux points négatifs : la nourriture est infecte, tous les soirs les mêmes entrées insipides, les mêmes poissons bouillis, les mêmes viandes trop cuites, les mêmes frites surgelées, les mêmes pâtes, les mêmes desserts industriels, etc… sans compter la bouteille d’eau de 0,5l à 2,5€, et le personnel en salle qui fait tout pour en faire le moins possible (les clients débarrassent leur table !). Wifi payant, et personnel d’accueil qui parle très peu le français. Bref, un hôtel relativement correct si on n’y mange pas.

Je reviens d'un séjour de 15 jours en famille à l'hôtel voramar de Cambrils et je suis globalement satisfaite. L'accueil à l'arrivée était correct sans sourire mais professionnel... quand on a demandé à être accompagné à notre chambre car on ne comprenait pas toutes les explications du réceptionniste en espagnol, celui-ci nous a gentiment escorté jusqu'à la porte de notre chambre avec une belle vue partiel sur la mer. Les chambres sont comme sur les photos avec 2 lits séparés qu'on a collés, un lit bébé (à 8,50€ par jour payable à l'arrivée). Dans la pièce principale un canapé et un lit d'appoint pour nos 2 enfants. La cuisine est composée d'un micro-ondes, un réfrigérateur et de quelques ustensiles ( 1 poêle, 1 casserole, 5 assiettes, 4 verres et couverts pour 4). Lorsqu'on a demandé des tasses pour nous faire une tisane, le monsieur au bar à refusé. Il faudrait plus d'ustensiles ( passoires, tasses, couteaux, bols, saladiers) car pour pouvoir cuisiner le midi c'était compliqué ! On a opté pour la demi pension ( petit déjeuner et dîner). Pour la restauration on était globalement satisfait sauf que parfois les étiquettes n'indiquaient pas ce que c'était et lorsqu'on a des restrictions alimentaires c'est compliqué ! L'établissement a une certification "hallal " pour sa viande mais il faut faire attention car il y avait beaucoup de porc ( cerdo en espagnol) dans les entrées et en viande principale. Il y avait beaucoup de choix même si c'était répétitif, c'était correct et en bonne quantité. Les boissons sont en plus aux repas (2,50€ l'eau (un demi litre) et les sodas). Le personnel du restaurant était très sympathique et au petit soin. Mention spéciale à Magdalena qui nous accueillait toujours avec le sourire 😃 Mes enfants n'ont pas profité du mini club qui était exclusivement en espagnol ! C'est dommage car on était beaucoup de français et seule la soirée Bingo à été traduite en français (pour les chiffres). C'est un hôtel familial avec des animations douces, il ne faut pas s'attendre à faire des grosses fêtes et à 23h c'est fini ! Le soir nous prenions un verre sur la terrasse près de la piscine et les prix sont raisonnable. La plage était à 50 mètres, dans une ambiance propre à Cambrils, calme et familiale. Si vous voulez faire la fête et voir du monde aller à Salou, c'est à 10 minutes en bus et beaucoup plus animé ! Pour le bus il existe un bus (plana) qui nous dépose de l'aéroport de Barcelone à Cambrils en 2h environ pour 17,90€ par personne, puis pour circuler en ville il ya la carte à recharger individuelle, ou la carte familial qui est très avantageuse ( environ 9€ pour 10 trajets). Pour être sûre d'avoir le bon support, aller dans une agence "Bus Plana" que vous trouverez à 20 mètres de l'hôtel. La piscine ouvrait de 10h30 à 19h, horaires que je trouvais limite pour bien profiter... Pour finir les animations du soir quand il y en avait était correctes mais exclusivement en espagnol donc aucun effort est fait pour les autres tour

La ubicación respecto a la playa muy buena, a tan sólo 50 metros aproximadamente la ubicación respecto al pueblo peor a unos 3 km. El hotel bien, todo limpio, la atención buena también, lo malo que nos tocó la habitación 213 C y daba a una finca que por lo visto cría insectos y era casi imposible salir al balcón y los insectos que conseguían entran a la habitación te molían a picotazos. El buffet nos sorprendió y nos gustó mucho la variedad y lo bueno que estaba todo. La piscina un poco sucia pero es normal con tanta gente. Las instalaciones en general bien. La atención del personal bien en general. La animación un chico que lo daba todo durante todo el día. Y por las noches dos espectáculos que para un hotel de 3 estrellas no estaba mal. La verdad lo recomendamos y nosotros fuimos con nuestra hija de 5 años y se lo pasó pipa.

Es un hotel que no está en primera línea del mar, porque hay otro edificio delante, pero sí que se encuentra a 100 - 150 metros del mar, por tanto, fenomenal porque llegas en unos minutos. Aclaro está cuestión porque muchos se piensan que van a ver el mar desde la habitación y eso no es así. Es un complejo pequeño, la piscina es pequeña y casi siempre está muy concurrida y apenas tienes intimidad en las hamacas, ya que tienen que estar todas muy juntas, por falta de espacio. La zona de los niños realmente está bien, y la verdad es que hay un persona que los atiende y se dedican a realizar diversos juegos para que se diviertan, al igual que por las noches que hay diversas y entretenidas actuaciones según el día de la semana. El restaurante es muy flojito, al igual que la atención que te prestan. Creo que falta más personal en esa zona, se les ve que van corriendo a todas las partes y van muy extresados, claro tienen que dejar las mesas limpias lo antes posible cuando se marchan los clientes, para que puedan ir comiendo otros. El suelo del restaurante es peligroso, porque es resbaloso yo probé con dos calzados distintos y seguía teniendo la misma sensación de resbal**** Tiene un buffet libre pero casi siempre repiten las mismas comidas, solo varían 3/4 platos al día. Al salir tienes pagar lo que hayas consumido en bebidas, no dejan cargarlo a la habitación, y para colmo cada vez que te marchas tienes que estar esperando hasta que te cobren, a veces se hace una eternidad, aparte de esto, tengo que decir que una botella de medio litro de agua cobrarla a 2,50€ me parece bastante injusto. La recepción, la atención, en mi caso particular, fue correcta. Tengo que decir que si necesitas WiFi gratis te tienes que quedarte como castigado en la zona de recepción para hacer tus gestiones, en cambio, el resto de áreas del hotel hay WiFi pero la tienes que pagar, otra circunstancia que también me parece injusta, más aún después de haber pagado una pensión completa. El aparcamiento, dentro de mi opinión personal creo que es caro, 18€/día. Son parcelas pequeñas y van justitas de un coche a otro, se aparca en forma de batería, aunque os puedo decir que a 100 metros y 300 metros hay dos descampados donde puedes dejarlo, porque si quieres evitar que no te arañen el vehículo, creo que tienes más probabilidades en el descampado que en el interior del hotel. Por último, las habitaciones, la atención por parte de las señoras de la limpieza muy bien, como también su jefa, por decir algo malo, curiosamente empiezan su jornada tarde con la limpieza de las habitaciones, por tanto, cuando vuelves de la playa sobre la 13:00/14:00 horas, la habitación no está hecha. También es cierto que en la cocina no hay prácticamente nada, tienes que ir al súper a comprar cosas. La almohada de la cama sofá, parece que está rellena de trapos, ya que pago por una tercera cama, lo mínimo es que tenga la misma almohada que el resto de camas. La cuna acabas pagando aparte 8,50€/día, q

Es un hotel que no está en primera línea del mar, porque hay otro edificio delante, pero sí que se encuentra a 100 - 150 metros del mar, por tanto, fenomenal porque llegas en unos minutos. Aclaro está cuestión porque muchos se piensan que van a ver el mar desde la habitación y eso no es así. Es un complejo pequeño, la piscina es pequeña y casi siempre está muy concurrida y apenas tienes intimidad en las hamacas, ya que tienen que estar todas muy juntas, por falta de espacio. La zona de los niños realmente está bien, y la verdad es que hay un persona que los atiende y se dedican a realizar diversos juegos para que se diviertan, al igual que por las noches que hay diversas y entretenidas actuaciones según el día de la semana. El restaurante es muy flojito, al igual que la atención que te prestan. Creo que falta más personal en esa zona, se les ve que van corriendo a todas las partes y van muy extresados, claro tienen que dejar las mesas limpias lo antes posible cuando se marchan los clientes, para que puedan ir comiendo otros. El suelo del restaurante es peligroso, porque es resbaloso yo probé con dos calzados distintos y seguía teniendo la misma sensación de resbal**** Tiene un buffet libre pero casi siempre repiten las mismas comidas, solo varían 3/4 platos al día. Al salir tienes pagar lo que hayas consumido en bebidas, no dejan cargarlo a la habitación, y para colmo cada vez que te marchas tienes que estar esperando hasta que te cobren, a veces se hace una eternidad, aparte de esto, tengo que decir que una botella de medio litro de agua cobrarla a 2,50€ me parece bastante injusto. La recepción, la atención, en mi caso particular, fue correcta. Tengo que decir que si necesitas WiFi gratis te tienes que quedarte como castigado en la zona de recepción para hacer tus gestiones, en cambio, el resto de áreas del hotel hay WiFi pero la tienes que pagar, otra circunstancia que también me parece injusta, más aún después de haber pagado una pensión completa. El aparcamiento, dentro de mi opinión personal creo que es caro, 18€/día. Son parcelas pequeñas y van justitas de un coche a otro, se aparca en forma de batería, aunque os puedo decir que a 100 metros y 300 metros hay dos descampados donde puedes dejarlo, porque si quieres evitar que te arañen el vehículo, creo que tienes más probabilidades en el descampado que en el interior del hotel. Por último, las habitaciones, la atención por parte de las señoras de la limpieza muy bien, como también su jefa, por decir algo malo, curiosamente empiezan su jornada tarde con la limpieza de las habitaciones, por tanto, cuando vuelves de la playa sobre la 13:00/14:00 horas, la habitación no está hecha. También es cierto que en la cocina no hay prácticamente nada, tienes que ir al súper a comprar cosas. La almohada de la cama sofá, parece que está rellena de trapos, ya que pago por una tercera cama, lo mínimo es que tenga la misma almohada que el resto de camas. La cuna acabas pagando aparte 8,50€/día, qu

Nous y sommes allés lors d'un séjour cyclotourisme. Hotel excentré, donc voiture indispensable. La piscine est très agréable si ce n'est qu'elle ouvre très tardivement, 10h30 /11h,alors nager au petit matin, c'est fichu. Plage à 200 mètres agréable. Chambre spacieuse avec kitchenette et salons séparés. Mobilier années 70. Côté salle de bain, baignoire, lavabo et wc. Pas de douche proprement dite. Le souci c'est le restaurant sous forme de buffet. Les entrées et les desserts sont toujours les mêmes ! Les plats de résistance sont piètre ment cuisinés voire immangeables ! En revanche le personnel est très sympathique.