Hostal Restaurante El Chato

Parada obligatoria si se está por la zona. En nuestro caso de plato fuerte nos decantamos por las chuletillas, estaban riquísimas. No siendo de dulces, acabamos con un tiramisú suuper original. Volveremos a probar mas cositas sin duda!!!

Estupendo trato y servicio muy rápido y amable. La comida estaba riquísima, el chuletón espectacular, las chuletas de cordero y los postres buenísimos. El lugar es acogedor y con una decoración muy acertada. Volveremos con más gente seguro!!!.

Excelente hostal y restaurante, chuletas de primera , genial calidad-precio y muy bonitos detalles por parte del restaurante por la celebración del cumpleaños de mi padre, no puedes irte de el barraco sin comerte una buena chuletada un 10000/10!

Buena comida muy recomendable las croquetas y las chuletas excelentes. Lugar acogedor, el servicio y el trato de David fue como estar en casa.

La habitación que se me asignó estaba en un tercer piso sin ascensor, y ese detalle debería habérseme comunicado cuando la reservé; le comenté este punto a la persona que me atendió y su respuesta fué culparme a mí por no haberlo preguntado. Me parece 100% inapropiado y este comentario es para advertir a futuros huépedes para que sepan de antemano lo que hay, puesto que no parece esperable que el dueño vaya a advertirlo. Estoy casi seguro de que, si hubiera habido ascensor, me lo habría dicho sin preguntarle.

Las chuletas de cordero a la parrilla están muy ricas, aunque eché en falta el ajilimoji que antes hacían. Los callos están para mojar una barra de pan y los postres también ricos. El trato y atención amable

En primer lugar, tenemos que agradecer a este matrimonio el calor y la cercanía con la que nos han tratado, en tiempos donde todo es tan frío y superficial se agradece este trato tan humano. La comida espectacular, casera y riquísima, añadir que intentamos comer allí sin reservar previamente en estas fechas y nos hicieron un hueco para comer sin perder la sonrisa, todo aún acierto. Ah, si vas con animales éste es tu sitio, ha estado tan a gusto también 😀 En resumen, la estancia y la comida inmejorable, si volvemos, que volveremos, ya tenemos casa 😃

Lo más importante de esta casa es el trato tan familiar que te ofrecen allí. A uno le gusta que le traten bien y mejor no hemos podido estar nuestro animal y nosotros. Comida casera y riquísima, cocinan y sirven con cariño, que en estos tiempos es lo que vale. Cuando volvamos o vayamos de paso volveremos aquí.

Sensi y David, es decir los reyes católicos del Reino de El Chato hacen lo que pocos logran: comer rico, si breve, dos veces rico! Don Baltasar aprobaría mi atentado contra su sabiduría del siglo XVII, verdad Maese Gracian? Y además que diablos! El Chato se lo merece! Porque si no como me explican ustedes que están haciendo una pareja sensible (andaluza ella y abulense el?) si no es deleitar a los cinco sentidos con el Chato: su creación. Lo que están pensando ahora mismo. Deleitar a vuesas mercedes. Nada más. Y cómo, a fe mía, lo logran? Con sencillez, mucha dedicación y esfuerzo para que cada día aquellos que acertamos en sentarnos a su mesa sintamos lo bien que se comía en casa de nuestras madres. Parece fácil lograrlo? Pues atrevanse a romper sus prejuicios y traspasen la barrera del tiempo para comer los callos que su madre les hacía, las migas del pastor de las que oyeron a sus mayores hablar para rematar el viaje con unas chuletillas de cordero a la brasa exquisitas y sabrosas. Su carta es sencilla, como a Maese Gracian le habría gustado saborear pero llena de la esencia del “rico, rico” de cierto cocinero Vasco que ustedes conocen. El envoltorio de este regalo no le va la zaga porque en El Chato se respira orden, limpieza, rapidez no exenta de amabilidad y guiños cómplices para abandon**** a la experiencia. La gente ríe, se divierte y come muy a gusto porque saben que al final les esperan unos postres como los de tu madre: Torrijas de dulce, un tiramisú presentado de forma muy original son algo inesperado que otra vez justifican porque han de seguir camino hasta la casa de esta pareja singular que regenta el Chato : Sensi y David. David y Sensi, tanto monta, monta tanto… y ya les dejo a vuesas mercedes con la esperanza de más pronto que tarde elegir descansar y comer allí, en el. Allí donde la comida cambia su nombre por otro diferente y serán ustedes quienes lo decidan. Se atreven? Ah, casi olvido mencionar que dormir también es una posibilidad porque el chuletón de Ávila y algún postre sorpresa son eso : sorpresa. Buen camino!