Επισκέπτης Χρήστης
13 Μάρτιος 2024
Se trata de una casa hotel magnífica en un edificio del siglo XV muy bien acondicionado en una ciudad impresionante como es Guadix que recomiendo a todo el mundo. Nuestro anfitrión, Manolo, es una persona encantadora que se desvive para que tu estancia sea agradable y te ofrece toda una experiencia que, si tienes suerte, puede incluir un concierto en el patio-salón, y no te pierdas la oportunidad de visitar su bodeguilla donde hace un vino casero muy rico. La habitación que nos reservó era amplia, la cama muy cómoda, el baño renovado, y todo impoluto, uno de los alojamientos más limpios que he visitado. Descansamos muy bien, sin ruidos. El desayuno es continental, y más que de sobra, María José nos atendió como si estuviéramos en su casa y fuéramos familia, zumo de naranja, café, tostada y mi marido añadió unas magdalenas buenísimas. La zona del desayuno también es muy acogedora, eran las antiguas cuadras y ahora es un lugar decorado con mucho gusto. En resumen, un lugar muy estupendo al que esperamos volver porque nos queda mucho por ver en Guadix y sus alrededores.
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