Επισκέπτης Χρήστης
12 Ιανουάριος 2022
El sitio está bien situado, la habitación era grande, silencioso... Te hacen la cama y cambian toallas a diario. Limpieza justita, por no decir que deficiente (vimos un brick de zumo detrás del mueble de la tele que tenía una capa considerable de polvo). Yo no tengo alergia al polvo y como hacía tanto frío en la habitación (cuando llegamos no superaría los quince grados), usé todas las mantas y mis ojos comenzaron a llorar y picarme la nariz. En el baño no había secador, ni calefactor, tenías que mover el de aceite que había en la sala/habitación que no tenía ruedas. Pone que era familiar y no vi una triste escalera/peldaño para que mi pequeño pudiera lavarse las manos en el lavabo, ducharse ni lo intentamos por la imposibilidad de secar el pelo. Cuando llegamos, la habitación no tenía luz (estaba fundida), cuando nos fuimos lo comentamos, a ver si el siguiente que pase tiene más suerte y ya le han puesto bombilla. Al sofá, que parece que le haya atacado una docena de gatos (repito: la habitación es familiar) solo tiene dos plazas. Se salva con un 5 raspado por el precio, otra cosa a añadir, que la gente comenta sobre desayuno.. ni lo vimos ni se nos ofreció el servicio.. así que, ni idea de si había desayuno o pillamos días en los que no había nadie más que nosotros a los que poner desayuno... (íbamos con 2 niños pequeños, lo que si hubiera tenido desayuno...)
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