Oliwood

Volví a Oliwood Beach en semana santa de 2024 luego de haber vivido varios meses entre fines de 2020 y marzo de 2021. Extrañaba mi cabaña junto al huerto, sentarme a comer y a descansar al aire libre, ir a la orilla del mar todas las mañanas antes del desayuno, sentir el ruido incesante del mar, subir a la terraza a mirar la playa con el fondo de montañas, y caminar en la arena y por una zona privilegiada de vegetación, fincas, terrenos y árboles silvestres de mandarinas.

El paraíso hace muchos que voy me encanta trato espectacular Carmen es muy atenta y profesional ami me carga las pilas a tope Oliwood sitio tranquilo con una playa excepcional!! cerca de oliva pueblo para poder comprar y tomar algo. Gracias volveré en breve

En un entorno paradisiaco están las casitas de madera de Oliwood, a 50 pasos de la playa más bonita del Mediterráneo. Las casitas tienen todo lo necesario para tener una estancia cómoda y agradable. La atención por parte de Carmen maravillosa. Fue llegar, y soltar el estrés, Oliwood es el paraíso! Volveremos este verano.

Sin duda un lugar paradisiaco, en plena naturaleza, para desconectar de todo... a tan solo unos minutos en coche de Oliva pueblo, donde hacíamos la compra para poder aprovechar los días de playa que ha hecho en semana santa, puedes dar largos paseos por la playa, de arena fina, tienes un bar a 5 min andando por la playa en el camping azul donde tomar algo. Sin duda repetiremos

Hemos estado pasando allí el fin de semana de Nochevieja, Carmen y Salvador son dos personas muy amables y serviciales y nosotros hemos estado súper tranquilos el tiempo que allí hemos estado, aunque bien es cierto que al alojamiento le hace falta un buen mantenimiento para que luzca como en las fotos publicadas (2016-2017), pues cuando llegas da sensación de abandono y dejadez, y, aunque cuando llegamos la casa estaba limpia se nota que los muebles son viejos y están estropeados y los han arreglado un poco de cualquier manera, eso sí, las camas nos han resultado comodísimas. Mi consejo es que hay que darle al lugar una buena mano de restauración para que vuelva a ser lo que era hace 7-8 años, pues el sitio se lo merece.

Íbamos mi pareja, mi perra y yo. Todo listo para pasar una semana en la playa donde creíamos que lo íbamos a tener todo. Nuestra sorpresa la encontramos al llegar al lugar. Estuvimos una noche y al día siguiente nos marchamos. La primera impresión fue de completo abandono tanto en los alrededores como en los propios alojamientos. Disponen de una gran cantidad de espacios, la mayoría de los inertes, devastados y desatendidos. Pero lo mejor fue la estancia en la cabaña. Hacia mucha calor y pedimos a Carmen un ventilador que nos dio llenísimo de polvo y asqueroso (repartía gérmenes más que dar aire). Tras eso observamos un poco las instalaciones a fondo y vimos que el césped estaba podrido con muchísimas lombrices (algo preocupante para nuestra perra), la madera en el mismo estado y en general todo. Los sofás de mimbre podridos, *****s y con bichos que los recorrían por fuera y por dentro. El hule de la mesa ***** con telas de araña y huevos de insecto. El frigorífico oxidado, el somier de la cama amarillo, la vajilla sucia… y bichos por todas partes. Mi perra cogió garrapatas aún llevando su collar y todo en regla. En fin, el peor día de mi vida sin duda, además habíamos hecho 500km de viaje para eso… deprimente y Carmen pretendía que yo explicara a la persona de la limpieza QUÉ HABÍA QUE LIMPIAR. Se quedó con la fianza, es decir, pasar la noche nos costó 100€. Los 100€ pero invertidos nunca en unas vacaciones, puesto que en ese estado pasar la noche así no los vale. Pasamos muchísima calor. No hay aire, los mosquitos nos comían en todas partes. Espero no se lleven la misma sorpresa que nosotras.

En julio estuvimos unos días y la experiencia fue increíble, baños de sol, mar y relax, los atardeceres espectaculares, el alojamiento muy bien y los encargados muy amables y atentos . Volveremos !!.