Santa Fe Hotel Boutique

Avisamos de que íbamos a llegar más tarde de la hora de check in por un problema de tráfico y nos respondieron que no tenían inconveniente en guardarnos la habitación pero que quedaba sujeta a disponibilidad. Eso ya provoca un gran estrés por no saber si vas a llegar de noche y no tener habitación. Contactamos con booking y desde atención al cliente nos dijeron que si nos guardarían la reserva en el alojamiento. El desayuno estaba incluido y nos dieron una tarjeta que decía que podía ser: huevos revueltos, chilaquiles naturales, enfrijoladas, café y fruta. La discusión entra las dos señoras que atendían el desayuno era si el café estaba incluido o nos lo tenían que cobrar, es algo que nunca he visto en un hotel... que te incluyan un desayuno sin café. Menos mal que llegó un señor y nos sirvió igualmente el café. Al día siguiente otro caballero nos incluyó también la fruta, que lamentablemente estaba bastante pasada porque parece que la guardan de días anteriores. El WIFI un desastre, la red que tenía cobertura indicaba "sin internet", la red que tenía internet casi no tenía cobertura en la habitación. En recepción se limitan a decir "no sé" pruebe otra red. La noche del sábado al domingo llegamos a la habitación a eso de las 8 y justo delante tenemos una mesita en la que habían dejado los restos de una cena. Al día siguiente salimos a desayunar a las 8,30 y el plato seguía allí apestando todo el pasillo, asqueroso. Cuando nos fuimos de la habitación a las 10, ahí seguía. La habitación "deluxe" con balcón da a la calle. Para echar una siesta fue imposible, los coches no paraban de bocinar y se escuchaba como si lo tuvieras encima. El silencio tampoco se cuida en los pasillos por la noche, lo que tampoco ayuda al descanso.

Atención excepcional. Muchas gracias