Επισκέπτης Χρήστης
31 Ιανουάριος 2023
Llegamos los dos a las 15:40 de un sábado y nos escamó que el bar de al lado estuviera lleno y en este solo hubiera 3 mesas, pero bueno, nos sentamos. La camarera fue encantadora y comprensible, pobre porque tuvo que poner la cara a todo lo relatado. Íbamos a pedir almeja fina, rejo de pulpo a la brasa y ensalada Cesar. A los 10-12 minutos nos dice que no hay rejo que se ha acabado (un sábado a mediodía y sin un plato) porque se pide mucho. Lo cambiamos por un choco a la brasa. Pasan unos 20-25 minutos y nos dice que las almejas no abren (añejas ¿de cuando serían?) que si nos las puede cambiar por coquinas, aceptamos. El tiempo prosigue otros 10 minutos, nos comimos roscos y el único bollo (requemao) que nos pusieron. Vuelve y nos dice que no hay choco tampoco (en Huelva, que no tiene choco, un sábado a mediodía, en Punta Umbría, increible), sale la cocinera excusándose que la camarera es nueva y no sabe que hay y que no. Nos dice que le quedan 4 tipos de pescados de una larga y extensa carta, pedimos corvina. Pasan otros 15 minutos y llegan las coquinas, la salsa estaba buena pero las coquinas eran de carril, tenían más arena que una dragadora. Las deboramos con arena y todo (eran las 16:45). Llega la ensalada césar y comenzamos a mezclarla y..... TACHÁN, no tenía pollo, ni anchoas, ni mostaza, ni queso, era lechuga, salsa, algo de huevo duro, aceitunas negras (!!!????) y trozacos de pan tostado-achicharrado. Llamamos a la camarera, pagamos bebida y coquinas y nos fuimos. No llevamos el tiquet, por si aca, porque no nos fiábamos de las coquinas. Para más inri el local hace alarde con una pizarra y varios carteles con una extensa lista de pescado y platos. Ni paréis.
Μετάφραση